MANUEL GARRIDO PALACIOS
...tía Carmelita estaba mal hecha; iba a la santiguadora con el qué de un descostillaje, pero lo que tenía es que estaba mal hecha. Ella lo sabía y no lo quería saber. No se gustaba tal como su madre la puso en el mundo; por eso no iba al médico, sino a la santiguadora, porque el médico la daba medicinas sin mirarla y la santiguadora la escuchaba y hacía milagros...