VÁZQUEZ VÁZQUEZ, FRANCISCO
Escribo este libro en el deseo de ser fiel a la verdad de la historia y su memoria, tal como nos enseña Don Miguel de Cervantes en el capítulo IX de la primera parte de Don Quijote de la Manca, cuando define la historia diciendo: Debiendo ser los historiadores puntuales, verdaderos y no nada apasionados y que ni el interés, ni el miedo, el rencon ni la afición no les hagan torcer del camino de la verdad, cuya madre es la historia, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir. Sirva el axioma cervantino para poner en evidencia la mezquindad intelectual de quienes en los tiempos actuales pretenden imponer un control totalitario de la Historia, de su verdad y de su memoria.