DIMERY, ROBERT
1001 discos que hay que escuchar antes de morir presenta la selección crítica definitiva de la mejor música de los últimos sesenta años y constituye una guía ilustrada imprescindible para todo aficionado que quiera completar, o reconstruir, su discoteca ideal, del rock al pop, del punk al funk. 1001 discos que hay que escuchar antes de morir es una guía indispensable, informada, inteligente y compacta, que propone un recorrido a través de los mejores discos de todos los tiempos, comentados de manera apasionante e incisiva por auténticos expertos dirigidos por Robert Dimery e ilustrados por 800 imágenes de cubiertas de discos míticos, grupos y artistas. Desde el sugerente What's Going On?, que Marvin Gaye publicó en 1971 al regreso de Vietnam de su hermano, hasta el extraordinario álbum conceptual de David Bowie The Rise and Fall of Ziggy Stardust, aquí están todos los discos que en verdad cuentan: el revolucionario Revolver de los Beatles, que supuso un cambio radical en la música pop, y el torbellino de anarquía de los Sex Pistols y su Never Mind the Bollocks, que rompió con todo. Un verdadero recorrido por la historia de la música, desde esa cumbre del pop que es Pet Sounds, de los Beach Boys, hasta el grunge de Nirvana y su retorno a la sencillez y la vitalidad del rock'n'roll primigenio que significó Nevermind. Así, 1001 discos que hay que escuchar antes de morir se asoma a las interioridades de álbumes como el fundamental Velvet Underground & Nico, con artistas de la talla de Bowie y Joy Division, de REM y The Strokes; nos recuerda a famosa aparición de Bob Dylan, guitarra eléctrica en mano, en el Festival de Newport con su visionario Highway 61 Revisited grabado en 1965 en una Norteamérica en guerra con Vietnam y consigo misma, justo al tiempo en que Van Morrison producía su memorable Astral Weeks; y nos lleva después hasta el tono retro de la guitarra de los Stone Roses de «Madchester», en el álbum homónimo, o Blue Lines de Massive Attack, o Automatic for the People de REM, y tantos otros discos. En definitiva, una obra de referencia obligada para cualquier aficionado a la música.