LONDON JACK
Colmillo Blanco es una novela sencilla, llena de emociones. Una reflexión sobre la crueldad humana, la superioridad del más fuerte y la búsqueda de la libertad. Este clásico de la literatura, del célebre novelista norteamericano Jack London, está escrito bajo la influencia de las ideas de Spencer, Nietzsche y Marx, y fue publicado en 1906, después de un viaje que el propio London realizó por el estado de Alaska como buscador oro. Desde el primer momento tuvo mucho éxito en el panorama literario internacional, situándose pronto como uno de los libros más populares del aclamado autor.
La narración, ambientada en la selva virgen de Alaska, gira en torno a las aventuras de un lobo que nace en una reserva india y se enfrenta a lo largo de su vida a diversas vicisitudes que le hacen discernir entre el bien y el mal, y cambiar su comportamiento según las circunstancias que le van rodeando. Un lobo dividido entre dos mundos pero sin terminar de encajar en ninguno. La obra, escrita con un estilo ágil y enérgico, sumerge al lector en un conflicto entre naturaleza y sociedad, entre libertad y sumisión? Un símil entre el violento mundo de los animales y el del ser humano, una historia que desde las primeras páginas conducirá al lector hacia una aventura inolvidable.
Jack London (San Francisco, 1876-Glen Ellen, 1916) es uno de los escritores de narrativa más importantes de principios del siglo XX. La lectura de su obra es imprescindible si se quiere tener una idea de la trayectoria que la novela contemporánea ha ido trazando hasta la actualidad. Jack London fue militante de diversos partidos políticos de corte socialista, donde destacó por sus ideas, que no dudó en reflejar en sus relatos, siempre con un estilo literario fresco y apasionado.
Desde su infancia, London se enfrentó a numerosas adversidades. Criado en un hogar desequilibrado, tuvo una educación autodidacta. Su situación económica le obligó a compaginar sus estudios con diversos trabajos como el de pescador, cazador e incluso espía o contrabandista? pasando momentos duros que le llevarían a una vida de vagabundeo, hasta que al fin sus escritos comenzaron a cosechar los primeros éxitos. Entre 1897 y 1898, movido por la fiebre del oro, viajó a Alaska, lugar que le sirvió para ambientar muchas de sus obras.
A pesar de su temprana muerte, tuvo una agitada vida: viajes y exóticas aventuras, intrépidos hechos y el encuentro con peculiares personajes, que supo trasladar, con naturalidad y no sin cierto atisbo de pesimismo, a sus novelas. La lucha por la vida, la supervivencia del más fuerte y la naturaleza animal del ser humano son algunos de los temas más recurrentes, recogidos con un lenguaje claro, sencillo y directo.
El reconocimiento internacional de London ha sido fruto de obras como La llamada de la selva (1903), El lobo de mar (1904), Colmillo Blanco (1906), John Barleycorn (1913) y El vagabundo de las estrellas (1915).