MELICH, JOAN-CARLES
La vida humana no puede eludir los conflictos, las rupturas o las incongruencias. Los momentos en los que todo encaja, los instantes solemnes en los que el orden reina, no dejan de ser oasis efímeros. Convertidos en problemas por nosotros mismos, vivimos en un mundo donde el mal, el sufrimiento y la indiferencia están obsesivamente presentes.