ANIZA GARCIA
Pese a su evidente importancia para garantizar la subsistencia humana, el acceso al agua es un derecho relativamente novedoso y de incompleta juridificación. El aumento exponencial en la demanda y el carácter limitado de este recurso generan en la actualidad situaciones de superabundancia para unos y falta absoluta para otros. A medida que se agudizan las contradicciones medioambientales del actual modelo de crecimiento y se observan sus efectos sobre el clima y la naturaleza, se hace más evidente que recursos naturales como éste desempeñan una función clave para un modelo sostenible de desarrollo humano.
Mientras al acceso básico al agua se le niegue la condición de derecho fundamental considerándolo una simple mercancía o una concesión discrecional de los poderes públicos, se condenará a millones de seres humanos a poner en riesgo su seguridad biológica, ambiental, económica y social. Resulta por ello imprescindible el reconocimiento universal del derecho humano al agua, como límite a los poderes privados y a los propios Estados que pretenden hacer un uso arbitrario del recurso.
Más allá de las dificultades de orden material y social que rodean la satisfacción de este derecho, el presente estudio pretende reflejar la importancia de ampliar el conocimiento no sólo de las dimensiones ambientales, sociales o económicas del derecho al agua, sino también de su faceta jurídica, ofreciendo una panorámica completa de la situación actual del mismo y proponiendo algunas líneas de investigación y acción para el futuro inmediato.