MEDINA,TICO
".no había cojones para cortarle una pierna a Manolete. ¿Y sabe usted por qué? Porque nadie se imagina a Dios con una pierna menos.ö
Una tarde de verano, algunos años después de aquella fatídica tarde de agosto de 1947 en la que muere Manolete, la leyenda, Tico Medina entrevista a la madre del mito en el patio de su casa palacio de Córdoba. Sobre la mesa, el pañito bordado, y sobre el pañito, una limonada de limones luneros, para refrescar la conversación. Es entonces cuando ella lo dice, con voz calmada: "El día que mataron a Manolo.ö Y es también entonces cuando Tico Medina recoge la frase, "como un cuchillo, como una balaö, y comienza su búsqueda incesante de la verdad: ¿quién mató a Manolete?
Tico Medina no conoció personalmente al mito, a la leyenda, pero sí a todos aquellos que lo rodearon y a los que en su día entrevistó: a su madre, "la mujer que más queríaö; a Lupe Sino, la novia, con la que la leyenda dice que quiso casarse "in articulo mortisö; a Camará, el discutido apo
no había cojones para cortarle una pierna a Manolete. ¿Y sabe usted por qué? Porque nadie se imagina a Dios con una pierna menos. Una tarde de verano, algunos años después de aquella fatídica tarde de agosto de 1947 en la que muere Manolete, la leyenda, Tico Medina entrevista a la madre del mito en el patio de su casa palacio de Córdoba. Sobre la mesa, el pañito bordado, y sobre el pañito, una limonada de limones luneros, para refrescar la conversación. Es entonces cuando ella lo dice, con voz calmada: El día que mataron a Manolo Y es también entonces cuando Tico Medina recoge la frase, como un cuchillo, como una bala, y comienza su búsqueda incesante de la verdad: ¿quién mató a Manolete? Tico Medina no conoció personalmente al mito, a la leyenda, pero sí a todos aquellos que lo rodearon y a los que en su día entrevistó: a su madre, la mujer que más quería; a Lupe Sino, la novia, con la que la leyenda dice que quiso casarse in articulo mortis; a Camará, el discutido apoderado, o el Pipo, su hombre de confianza, que lo amortajó. No son los únicos. Las voces de Álvaro Domecq, Luís Miguel Dominguín, Lola Flores o Eduardo Miura, entre otros, nos ayudan también a desvelar el misterio de la vida de Manolete. El misterio de su vida y, sobre todo, el de su muerte, que es lo que más importa, Maestro. En este fascinante libro, Tico Medina no pretende desmitificar al mito; en todo caso, humanizarlo, hacerlo aún más grande no sólo a través del torero, sino del hombre. En suma, un libro indispensable para conocer de verdad la figura de Manolete, ahora que tantas mentiras se están vertiendo sobre usted. El público sólo está contento conmigo cuando me ve camino de la enfermería. (Manolete)