FRANCISCO REYERO
Los inicios de Eastwood hablan del destino y de los inesperados sitios donde puede esconderse. En 1964, un desconocido actor de California acepta la propuesta de un director de cine italiano para rodar un western con localizaciones en España. Al ver por primera vez a su intérprete, Sergio Leone supo que era el idóneo. El hoy incontestable icono norteamericano llevaba varias temporadas encasillado en una serie de televisión y había sido rechazado por los grandes estudios. Eastwood se hizo cargo del extraño protagonista de Por un puñado de dólares después de que otros rechazaran el proyecto por la calidad del guión o las condiciones económicas. El rodaje, llevado a cabo entre la primavera y el verano, estuvo salpicado por problemas e impagos, pero apenas unos meses después la película se estrenó en Italia y desde el primer momento se convirtió en un gran éxito. En 1965 y 1966, el actor regresó para hacer otras dos a las órdenes de Leone. Su suerte había cambiado: "Después de los westerns que hice en España me convertí de repente en Clint Eastwood. Esta es la historia y el origen de su leyenda.