PEREZ, DANIEL
Inconcebiblemente hemos vivido tantas formas inadecuadas de educar que parece que lo que nos corresponde a los educadores es defendernos de lo no adecuado, distanciarnos de lo que no es correcto. Nos hemos hecho especialistas en detectar en qué consiste el maltrato para evitarlo.Parece, por tanto, que el buen educador ha de ser un experto en lo que no debe hacerse, cuando su principal tarea ha de consistir en hacer cumplir y facilitar lo que sí debe hacerse.