VALLVERDÚ I AIXALÀ, JOSEP
Zeus quiso demostrar a los humanos que no existe ningún poder capaz de cambiar el destino. Dánae, a la que su padre había privado de la libertad, concibió un hijo del mismo padre de los dioses a través de una lluvia dorada. Perseo, el hijo de la lluvia de oro, contará siempre con la ayuda de los dioses para superar las difíciles pruebas que le impone el rey Polidectes, que pretende casarse con Dánae en contra de su voluntad.