SATZ, MARIO
Nadie puede ver directamente su propio rostro sin mediacion de un espejo, pero el semblante revela nuestra identidad, aquello que nos hace unicos a la vista. Y desde que el ser humano es humano ha querido ver en la fisonomia de las personas su esencia, mientras que las mascaras se han empleado o bien para ocultarla, o bien para protegerse del mal, establecer nuevas personalidades o propiciar estados de animo. A traves de la historia, las fabulas y los mitos, este apasionante ensayo nos transporta a lugares tan emblematicos como el Antiguo Egipto o los Carnavales de Venecia para descubrirnos la fascinacion por el espejo del alma y sus innumerables reflejos.