WEST, REBECA
Introducción a la edición de 1982
Preámbulo
PRIMERA PARTE. EL REVOLUCIONARIO
SEGUNDA PARTE. LA NUEVA FASE
TERCERA PARTE. DECADENCIA Y CAÍDA DE LA TRAICIÓN
CUARTA PARTE. CONCLUSIÓN
Sobre la necesidad de la traición (Epílogo) por Juan Benet
"... el espía son dos; como el matrimonio; una actividad llevada a cabo por una pareja: un espía que procede del campo adversario y un traidor salido del campo propio que -no necesariamente por dinero- rompe en secreto el juramento de fidelidad a su rey, a su constitución o a su pueblo, vende su alma al diablo y pasa a colaborar con aquél por el triunfo de unos ideales o unos principios muy distintos de aquellos en los que se formó.
[...]
Lejos de alcanzar su meta el traidor, tras su fracaso, provoca un refuerzo de los vínculos tribales y el Estado, con su castigo, obtiene un doble beneficio: la garantía de que su oferta es la mejor y la prolongación del crédito que le concede el ciudadano. Así que, por grandes que sean los estragos que cause, el traidor suele ser bienvenido en el concierto del Estado."
JUAN BENET