GARCES, MARINA
La filosofía nació al aire libre y actualmente vuelve a las calles. Su arrinconamiento institucional, que la expulsa de escuelas yuniversidades, tiene como contrapartida una nueva vitalidad, un deseocolectivo de cuestionar radicalmente nuestros modos de vivir y deaprender de nuevo a pensar. La filosofía nació de la discusión, de laguerra entre ciudades y de la rivalidad entre concepciones del mundo.Hoy, otra guerra ha puesto en grave crisis nuestras formas de vida ysus presupuestos. Frente a ello, la filosofía es un pensamiento quetransforma la vida. Es un sistema de conceptos pero también unaactitud. La filosofía es pensamiento vivo. No ofrece fórmulas orecetas, sino que pone a cada cual en la situación de pensar susasuntos particulares como problemas comunes. ¿Cómo vivir, cómo pensar, cómo actuar? Desde estas preguntas, la filosofía no es útil niinútil. Es necesaria. Necesaria para la vida concreta de cada uno denosotros y para nuestras sociedades en crisis. Hay quien piensa que la filosofía debe ser protegida y defendida como si fuera una pieza demuseo o una especie en extinción. Todo lo contrario: la fil