ESPINOSA SOLANA, ALEJANDRO
Con los crecientes procesos migratorios aparentemente individuales y espontáneos, nuestros estados enemigos nos envían a los desahuciados de sus sociedades para desestabilizarnos, creando aquí un paulatino declive económico, y el socavamiento de nuestro orden y paz sociales.
Detrás se encuentra, desde hace decenios, la influyente financiación de potencias arabo-musulmanas, y organizaciones como los Hermanos Musulmanes, infiltradas en nuestras instituciones públicas y privadas, con el fin de ocupar Occidente para su islam. Con la explotación artificialmente exagerada de valores aceptados por todos los occidentales, como son la igualdad, la libertad religiosa, la no discriminación o el racismo, van apoderándose de mayores esferas en nuestra sociedad, e introduciendo valores incompatibles -cuando no subversivos- con nuestras sociedades libres y democráticas.
Todo ello con la complicidad, la intimidación, y el amordazamiento por parte de un sector de nuestros políticos en su propio beneficio electoral; y el encubrimiento, engaño y ocultación de sus medios afines.
Ninguna obligación legal internacional aprobada en otros tiempos y circunstancias, puede hoy abocarnos o servir como excusa para implantar el caos y el deterioro en nuestras sociedades occidentales.
Vivimos los últimos estertores de una Europa ocupada, extorsionada, hostigada y abusada, pero inerme. ¿Una solución pacífica es aún posible para recuperar nuestras calles de su degradación y peligrosidad, y revertir el caos económico y social al que nos dirigimos?