ARCAL, ALLAN J.
Se cuenta que, cada diez años, durante el equinoccio de primavera, los cinco hombres más ancianos y sabios del pueblo de Embla, como guardianes de su gente y con el fin de asegurar el equilibrio de sus fértiles tierras, se reúnen alrededor del Pozo de la Luna para contemplar el rostro que aparece reflejado en el agua.