BLANCO, FRANCISCO
PRÓLOGO.
PREFACIO: EFICACIA ECONÓMICA, JUSTICIA SOCIAL Y LIBERTAD INDIVIDUAL.
CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN: LA ECONOMÍA ES SOCIALDEMÓCRATA.
CAPÍTULO II. EL SISTEMA DE LIBERTAD NATURAL.
CAPÍTULO III. EL FRACASO DEL PARADIGMA LIBERAL.
CAPÍTULO IV. LA BÚSQUEDA CONJUNTA DEL BIEN COMÚN.
CAPÍTULO V. FUNDAMENTOS ECONÓMICOS DE LA FELICIDAD SOCIAL.
CAPÍTULO VI. UN MUNDO SIN REGLAS.
BIBLIOGRAFÍA.
En contra de la opinión más generalizada, la Teoría Económica no es liberal, sino profundamente socialdemócrata. Gracias a aportaciones de economistas como Keynes, Samuelson o Stiglitz, la Economía ha ido evolucionando desde sus postulados liberales iniciales, basados casi exclusivamente en la competencia y el individualismo, hacia otros que reconocen a la cooperación entre las personas, implementada a través de la acción del Estado democrático, un papel fundamental a la hora de corregir los fallos y desequilibrios del mercado. De esta manera, la Teoría Económica ha venido a avalar a la socialdemocracia como la opción política más adecuada no solo para repartir la riqueza, sino también para crearla, otorgándole una superioridad teórica que a lo largo del siglo XX ha quedado demostrada por su capacidad para combinar con éxito el respeto a las libertades individuales, el progreso económico y la justicia social.
Sin embargo, a pesar de sus ventajas, la socialdemocracia se encuentra seriamente amenazada por un modelo de globalización neoliberal que ha ido reduciendo la capacidad de los Estados nacionales para regular la economía y redistribuir la riqueza, trasladando la competencia del ámbito empresarial al de las legislaciones medioambientales, las condiciones laborales y los sistemas de protección social. Un modelo de globalización que ha llegado el momento de cambiar.