FALCÓN MÁRQUEZ, TEODORO
La iglesia de Santa María la Blanca es uno de los edificios más representativos de la arquitectura barroca sevillana del siglo XVII. Su decoración, a base fundamentalmente de yeserías, tuvo gran eco en la arquitectura barroca local, trascendiendo con posterioridad a Hispanoamérica. Esta monografía se estructura en dos apartados. En el primero se aborda el marco geográfico e histórico del lugar donde radica, y su proceso histórico y urbanístico en la trama urbana. Aquí se estudia el barrio, sus habitantes y los edificios más representativos.
En otro apartado se describen los diversos templos que hubo en su solar. Desde una mezquita y, sobre todo una sinagoga medieval, cuyo recinto subsiste, hasta detenerse de forma más prolija en el largo proceso constructivo del edificio actual, que fue experimentando diversas mejoras hasta su renovación parcial entre 1662-65. Finalmente se analiza su decoración, en la que tuvieron especial protagonismo Murillo, Martín Moreno, Pedro Roldán, los hermanos Borja y Valdés Leal, a base de pinturas al temple y en lienzo, yeserías y zócalo de azulejos. Además se documentan y describen los retablos, esculturas, pinturas y la orfebrería.