MARINA FERNÁNDEZ LAGUNILLA
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I: EL LÉXICO POLÍTICO
1.1. Léxico y sociedad
1.2. El léxico político: ¿una terminología o un uso especial?
1.3. El significado valorativo: la comunicación de las emociones
1.3.1. La valoración ideológica y afectiva
1.3.2. La desideologización del léxico político
1.3.3. Palabras-símbolo, palabras-clave, palabras-eslogan
1.3.4. La valoración positiva y negativa
CAPÍTULO II: MARCAS LINGÜÍSTICAS DE LA VALORACIÓN POLÍTICA
2.1. Introducción
2.2. Los -ismos y otros sufijos
2.3. Valoración y relaciones de significado: antonimia y sinonimia
2.3.1. Sustitutos emotivos: el eufemismo político
2.3.2. Sustitutos figurados: la metáfora política
2.4. Valoración y sucesividad discursiva: el discurso repetido
2.4.1. Modificadores adjetivos y complementos preposicionales
2.4.2. Frases fijas, clichés y estereotipos
2.5. La valoración como manifestación del carácter polémico
CAPÍTULO III: LA NEOLOGÍA POLÍTICA
3.1. Causas de creación léxica
3.2. Algunos procedimientos de creación léxica
3.2.1. Derivación
3.2.2. Neologismos semánticos
EJERCICIOS
SOLUCIONES DE LOS EJERCICIOS
BIBLIOGRAFÍA
Estos dos libros proponen el análisis de un conjunto de elementos y factores para identificar y caracterizar razonadamente qué tiene de singular la forma de hablar de los políticos, por encima de la diversidad y pluralidad de sus manifestaciones concretas; sin que ello signifique, no obstante, aceptar la habitual visión simplificadora según la cual el lenguaje político es una lengua especial utilizada como mecanismo de manipulación de la información por parte del poder. Los libros se han hecho pensando en que debía ser útil a un público amplio: a lingüístas y filólogos, a los que les concierne saber cómo hablan los políticos pues el estudio de una manifestación discursiva particular les permitirá conocer mejor la capacidad general del ser humano para construir textos o discursos; a los informadores o periodistas, historiadores y otros estudiosos de las relaciones sociales porque el lenguaje político no solo es un reflejo del tiempo pasado y del presente de los pueblos y, como tal, un medio para conocerlos, sino sobre todo porque dicho lenguaje es en sí mismo un hecho, un hecho político por supuesto, de enorme importancia en la vida de las sociedades humanas.