GUSTAV MEYRINK
1914. La decadente Praga del imperio austrohúngaro se ve envuelta en una revuelta popular que parece la reinvención de antiguas sediciones husitas. A la apolillada nobleza que se mueve en torno a la condesa Zahradka, se contrapone la pasión de Polixena y su joven pretendiente Ottokar, arrastrados por el delirio de la noche de brujas que hará realidad sus presentimientos.