MORENO GONZÁLEZ, FERMÍN
La asignatura de Creación de Imperios Galácticos no figura
en ningún plan de estudios vigente en laVía Láctea y galaxias
vecinas. Ni siquiera existen cursos a distancia. Tampoco hay
un colegio oficial que regule el ejercicio de la profesión, con
el consiguiente intrusismo resultante. Lo cierto es que hay
que ser de una pasta especial para dedicarse a algo tan duro,
muy bien pagado eso sí, pero sin vacaciones, ni seguridad so-
cial y una ejecución sumaria como agradecimiento por los ser-
vicios prestados en vez de una pensión decentita.Viriato, Liver
y Clomch no aspiran a aprobar esa asignatura... ni siquiera se
han matriculado. Hoy por hoy su única intención es sobrevivir
a las lanzas chafandinesas, los ciclones espaciales, los mero-
deadores del fango, las mantis de Homines Voro... Todo eso
mientras intentan salvar a la Tierra de la Amenaza de la
Perdición Fucsia y responder a la pregunta más difícil de todas:
¿Qué demonios es un gurripato?
La Perdición Fucsia, la primera parte de El Imperio del
Tecnopreboste, es una aventura intergaláctica y delirante en
tono de humor que ya ha sido comparada a Sin noticias
de Gurb de Eduardo Mendoza, La guía del autoestopista
galáctico de Douglas Adams, la saga de Mundodisco de Terry
Pratchett y la obra de P.G. Wodehouse.