JOSEP SANCHEZ CERVELLO
La historia que se cuenta en estas páginas es una historia quijotesca, como lo fue la de la resistencia republicana, que se enfrentó al golpe de los militares sublevados en 1936 a pesar de la infamia de la no intervención y la soledad de la República. El gobierno legítimo de España, con todos los errores que se quieran, representó valores positivos: democracia, laicidad, solidaridad, justicia social, autogobierno para las comunidades históricas. Ninguno de estos valores puede encontrarse en el bando franquista. Y cuando acabó la guerra civil, mientras los franquistas apoyaban al Eje, los republicanos se comprometieron con la causa aliada. Además, los exiliados mantuvieron las instituciones democráticas: la Presidencia de la República, el Gobierno, las Cortes, el Gobierno Vasco y la Generalitat, y fundaron el Conselho da Galicia.