MONTOYA LEE, IÑIGO
Los niños del bosque se sienten tristes. El árbol donde viven está moribundo, y no
queda otro como él. Por suerte, los niños guardan sus semillas: pequeños pedacitos
de su ser, esperando germinar. Ahora solo necesitan encontrar la manera de hacerlas llegar hasta un buen lugar, en tierra fértil...