MONTERO, DAVID
El 21 de diciembre de 1970 a las nueve de la mañana, un hombre se presenta en la puerta de la Casa Blanca solicitando ser recibido por el presidente. Viste de forma estrafalaria y lleva días sin dormir. Contra todo pronóstico, el individuo es recibido por el presidente a las doce y media. En esa decisión, influyó, por supuesto, que el hombre fuera Elvis Presley. Pero, sobre todo, que el laberinto en que se había convertido la guerra de Vietnam tuviera al presidente contra las cuerdas. Durante el encuentro, Nixon nombró a Elvis Agente Federal Antidrogas. En los años que siguieron, la cordura de ambos se puso en duda. Poco más se supo de dicho encuentro. Ahora, a través del ayudante más cercano de Nixon y la cinta en que se grabó ese encuentro, sabremos todo lo que ocurrió: la huida hacia delante de Nixon, la ingenuidad de Elvis y la venganza final del presidente.