EUGÈNE
Si los adultos respondieran a todos los interrogantes de los niños, ¿qué sucedería?... Una mañana el padre de Sachinka levanta el dedo meñique para pedirle un café a su mujer. Su hija le pregunta por qué ha hecho ese gesto, y él no sabe qué contestar. Sachinka insiste, pues quiere respuestas sencillas para sus preguntas y no parará hasta conseguirlo.