AYLLON, PAQUI
Prólogo de Elvira Lindo «Si hace cinco años me hubieran dicho que escribiría un libro, habría pensado que me estaban gastando una broma. En aquella época me encontraba sumida en el proceso de pérdida total de la visión y lo último que podía pensar en esos difíciles momentos era que encauzaría mi vida hacia un destino que me colmaría de satisfacciones: el voluntariado lector. Llevar la lectura a personas y colectivos que, por sus especiales circunstancias, tienen un menor acceso a ello es una actividad muy gratificante». La lectora ciega es un emocionante testimonio de superación a través del amor a los libros. Cuando te diagnostican una «retinosis pigmentaria», hay que aprender a vivir sin imágenes, ni colores ni rostros queridos. Las personas que padecen esta rara enfermedad no se quedan ciegas de la noche a la mañana; incluso, sigue existiendo percepción de luz -«una vaga sensación de niebla blanca»- y oscuridad. En este relato estremecedor la autora cuenta la historia de su pérdida de visión y «la salida del pozo» a través de la literatura y la entrega a los demás. Con la ayuda de Meadow, su perro guía, Paqui Ayllón vive su discapacidad con normalidad y camina siempre hacia adelante, en un claro ejemplo de superación que es preciso leer para creer.