SARDOU, ROMAIN
¿Cómo un joven escritor de hoy puede penetrar
en la mente del hombre medieval, en la que lo sobrenatural
se mezcla con la realidad cotidiana?
Evidentemente me apoyo mucho en los trabajos
de eminentes historiadores que escribieron sobre
este período del siglo XIII. Justo después viene
el trabajo del novelista para escoger un hecho
u otro tipo de creencia o hipótesis de experto y
tornarlo novelesco.
La ventaja de los medievalistas es que ellos tienen
la enojosa tendencia de no ponerse jamás de acuerdo;
cuando se los lee, no es solo una Edad Media la
que uno descubre, sino un tipo de mosaico en el que
todo el mundo está de acuerdo sobre el fondo, pero
nadie sobre los detalles. Es una bendición para un
novelista. Yo no diría que lleno mi cesto con todos
estos historiadores, pero hay un poco de eso.
¿Cómo edificar una trama tan compleja? ¿Cuáles
son sus «secretos» de fabricación?
Yo sé siempre de dónde parto y dónde quiero llegar.
Sin embargo, por el camino pasa uno por