FRANÇOIS ANSERMENT Y PIERRE MAGISTRETTI
Agradecimientos
Preámbulo. Elogio de lo insabido
1. El placer por Internet
Retorno sobre el malestar en la cultura
2. Los mercados de la pulsión
Estados somáticos y representaciones
3. El hombre devorado
Goce y displacer
4. La "isla" de la pulsión
Lecturas de los estados del cuerpo
5. De los pampers al fantasma
Del exceso de lo viviente a la representación
6. La cabeza en la bandeja
Placer, displacer y goce
7. El dragón bajo la cama
La compulsión a la repetición
8. La cara oculta del placer
Pulsión, compulsión y procesos oponentes
9. El cadáver en el bosque
Angustia
10. Las pecas
Más allá de la experiencia: la huella
11. La neurona de Jennifer Aniston
Más allá de la sinapsis: los conjuntos de neuronas
12. De Mitra a San Clemente
Determinado para no serlo
13. Un notable desconocido
¿Qué inconscientes?
14. Las partes inferiores del iceberg
El costo energético de lo viviente
Epílogo. La salida
Bibliografía
En la senda abierta con su contundente y pionero ensayo 'A cada cual su cerebro. Plasticidad neuronal e inconsciente', también publicado por Katz editores, el psicoanalista François Ansermet y el neurobiólogo Pierre Magistretti dan continuidad a su trabajo en colaboración, para interrogarse, esta vez, sobre el enigma del placer: ¿por qué, aun cuando puedan elegir entre una puerta que conduce al placer y otra que lleva al displacer, con demasiada frecuencia la mayoría de los seres humanos se precipitan hacia el displacer, pero con la ilusión de estar haciendo lo contrario? De esto, lo sabemos, resulta una acumulación de experiencias desdichadas y repetitivas que desembocan en el malestar, tanto individual como colectivo.
¿Existen fuerzas psíquicas inconscientes que nos impulsan a actuar exactamente a la inversa de lo que queremos, adentrándonos en lo que Freud llamaba el "más allá del principio del placer"? ¿Pueden identificarse en el cerebro mecanismos neurobiológicos específicos que nos permitan explicar esta tendencia en el hombre? Según los autores, no se trata de encontrar respuestas unívocas a estos interrogantes, sino de proponer una noción de inconsciente -en la interfaz de las neurociencias y del psicoanálisis- que permita encarar las cuestiones enigmáticas del placer y el displacer que dan paso tanto a la creatividad como a la destructividad, y que, también, son propias de lo humano.