LLANO,JORGE
Un aprendiz de chamán relata cómo se convierte en curandero, en un camino espiritual de síntesis entre la psicología occidental y el mundo indígena. Son diversas las tradiciones espirituales que hablan por boca de los maestros de Jorge Llano en Los tres llamados del alma: Eloy y la religión yoruba; don Lucio Campos, doña Carlota, doña Domitila y el chamanismo mexicano, indígena y mestizo; doña Pina y la partería; Claudio Naranjo, Guillermo Borja y la gestalt. Todos ellos con una característica fundamental: han sido encarnaciones de palabra viva, continuadores y desarrolladores de sus respectivas tradiciones a través de sus actos de servicio y amor. Por eso, pueden hablar. Cumplidos sus cincuenta años, Jorge también puede hablar: su tradición como granicero se lo permite. Y toma la palabra como un acto de desapego de sus propias caídas y conquistas, un acto de limpieza para no cargar más con lo inconfesable de su linaje y declararse como lo que ha sido y es: un curandero, un sanador. De paso, nos empuja a tomar el camino del servicio, a conquistar de nuevo nuestra propia alma, para que no tenga que ocultarse más ante nuestra prepotencia, egoísmo y desamor