MARÍN PÉREZ, ANTONIO
Piensa el autor que la única manera de contar la realidad es inventársela así hacen los sentidos, y que en ciertas situaciones hay que mentir para mostrar la verdad. Lo crucial de cada viaje es su relato; no es lo que pasó, sino lo que sentimos, lo que quisimos que ocurriera, aquello que pudo ser, eso que sucedió después. Transitaremos por una serie de narraciones, entre la ficción, la crónica y la reflexión, surgidas mayormente del viaje a un lugar, otras a un suceso o a una obsesión, que buscan un sitio en la existencia: la memoria. La historia, el paisaje, la arquitectura, el arte o las ideas que construyeron los imperios, los países o las ciudades van contando sus secretos al viajero, mientras éste recorre calles y caminos. Con una prosa certera, llena de imágenes y sensaciones, visitaremos multitud de escenarios cuyas voces son esenciales. Un teatro de Madrid, el Palacio del Té de Mantua, La Habana Vieja, o la Tumba del Emperador Shihuang custodiada por un ejército de guerreros de terracota, entre otros. Viajar es escalar el horizonte. Uno de los puntos más altos del Perú está en el altiplano a 4.470 metros de altura, es «La raya», llegando no la notas. Ni hipoxia, ni mareos, una extraña euforia, como de mate y hojas de coca, y la alucinación de que siempre aparece una mujer, sibila del presente. Sus labios lo explican todo, si ves con su mirada y ya no quisieras regresar, te aqueja el «Mal de Altura».
Antonio Marín Pérez nació en Murcia, es viajero, escritor de tarde y jurista de mañana. Su trabajo le ha llevado a vivir en Madrid, Barcelona, Alicante y Valencia, actualmente reside en su ciudad natal. Literatura, ensayo, historia, arte, filosofía de la ciencia ocupan sus lecturas; el cine clásico es la memoria de su infancia. La música en todos sus géneros le lleva a las salas de conciertos, los teatros de la ópera o los clubs de jazz. El tiempo lo encamina a viajar y el viaje se convierte siempre en un relato.