MIGUEL ANGEL CARMONA DEL BARCO
La identidad es siempre el objeto huidizo y esquivo de una búsqueda más o menos desesperada. O quizá ocurre, simplemente, que no formulamos la pregunta adecuada. Quizá la pregunta no sea quiénes somos sino cuántos. Un payaso ex toxicómano al que un león le arrancó un brazo durante su última actuación; un reputado oftalmólogo que pierde el hilo de su discurso durante una ponencia y no logra recuperarlo; un enfermo de cáncer terminal que recobra las ganas de vivir tras ser víctima de un atentado..., todos ellos narran de viva voz un fragmento crucial de sus vidas y retan al lector a replantearse sus prejuicios y juzgarlos ?y juzgarse? con imparcialidad.