DECOURGUEZ, GUILLERMO
Decur es un obseso de los escritorios. En casa dispone incluso de uno circular. Por eso este libro tiene forma de cajón y hay que abrirlo para acceder al interior (se ofrece en un estuche). Y dentro encontramos todo un mundo marcadamente propio. Admite que la iconografía está muy inspirada en los cuentos infantiles tradicionales, con personajes sencillos, tiernos, de una imperfecta belleza. Sus viñetas a veces son aforismos gráficos, chistes, reflexiones, epifanías...