M. CAIN JAMES
Ante la adversidad, Mildred Pierce no es de las que se queda debrazos cruzados. Por eso no duda en pedirle a su marido que haga lasmaletas y se marche de casa cuando siente que su matrimonio se haacabado. No va a cambiar de opinión, aunque ella no tenga trabajo,debe mantener sola a dos hijas y Estados Unidos esté sumido en la Gran Depresión. Mildred sabe que a partir de ahora deberá trabajar duro,pero tiene un fuerte espíritu independiente, unas aspiraciones muyfirmes y una excepcional habilidad para la cocina y los negocios. Suúnica debilidad son las personas a las que quiere y que la puedendestruir.