JOSÉ ANTONIO, BALBONTÍN
«No pretendo hacer un estudio sociológico -ni de ninguna otra clase- sobre la Gran Bretaña. Me limitaré a recoger sencillamente, como en una carta familiar, para los amigos que se interesan por estas cosas, algunas de mis impresiones personales, a lo largo de mi exilio en Inglaterra, que ha sido para mí como una segunda patria, a la que no puedo olvidar al volver a mi patria verdadera, donde no tengo ya otra ilusión que la de morir en paz bajo el sol de Castilla, si Dios me concede esta gracia».
J. A. Balbontín, «Preámbulo»
José Antonio Balbontín (1893-1978) fue un poeta prodigio; escribió su primer libro, Albores, con quince años. Su poesía recorre las diversas líneas estéticas del siglo XX: la posmodernista y regionalista, a lo José María Gabriel y Galán, con De la Tierruca (1912) y La Risa de la Esperanza (1914); la comprometida, con Inquietudes (1925) y Romancero del Pueblo (1931); la política de oposición al régimen de Franco, con Por el amor de España y de la Idea. Cien sonetos de combate contra Franco y sus huestes (1956); y, finalmente, la serena del exiliado que añora su país, con Mis 13 poesías predilectas (Con breves comentarios en prosa) (1964) y A la orilla del Támesis (2005). Aparte de poesía, es autor de cinco obras de teatro, dos novelas y varios ensayos.
Estudió Derecho y fue una de las personas que con más fuerza luchó contra la dictadura de Primo de Rivera. Codirigió durante esos años (1926-1928) las revistas El Estudiante y Post-Guerra, de marcada tendencia izquierdista. Fue secretario segundo del Ateneo de Madrid y diputado por Sevilla en las Cortes Constituyentes (1931-1933), caracterizándose por su elocuencia. Durante la guerra civil perteneció al Partido Comunista y después a Izquierda Republicana. En 1937 fue nombrado magistrado a propuesta del Partido Comunista. Se exilió con su mujer en Londres, y desde 1952 representó en el Reino Unido al Gobierno de la República. Regresó a España en 1970, con su mujer enferma.
El presente volumen recoge textos escritos durante la última parte de su exilio londinense y los tres primeros años de regreso a su Madrid natal. El tono es menos acre, más amable, que el de las memorias publicadas en México en 1952 (reeditadas en 2007 y 2008), y pretende ofrecer una visión completa de la sociedad británica, a veces en contraste con la española, a la que no deja de añorar por una parte pero también criticar cuando la ocasión lo requiere.
Aitor L. Larrabide se doctoró en Filología Hispánica con la tesis Miguel Hernández y la crítica. Se ha interesado por autores poco difundidos, como Ramón de Basterra, Pedro Garfias, Juan José Domenchina, Juan Chabás, Emilio Prados, José Herrera Petere, etc. Sus líneas de investigación son la recepción crítica de la obra de Miguel Hernández y las figuras menos conocidas del exilio literario de 1939. En la actualidad es director de la Fundación Cultural Miguel Hernández.