PASTOR COMIN, JUAN JOSE
Decía Emil Cioran que la expresión nos descarga del peso de nosotros mismos: la escritura es una liberación donde cada cual se cura de la vida como puede. Este libro se presenta así como un esfuerzo aparentemente inútil: cruzar la distancia que el amor, por muchas circunstancias, a veces no puede salvar. Sus poemas se asemejan, pues, a esos cabos impotentes, vencidos en la madera del muelle. Las páginas de este poemario se construyen sobre una de las formas que el amor adopta en nuestra tradición poética desde Garcilaso a Pedro Salinas: el vano, no como pérdida o carencia, sino como memoria frecuentada y espacio de encuentro. Más allá del amor lamentado, sus versos tratan de alcanzar el anhelo que permanece en el alma del hueso. Cada poema es acompañado de una imagen que unas veces ha sido estímulo y otras reflexión. Algunos textos llevan una breve, pero esencial, respuesta musical: composiciones del propio autor que actúan como un eco que prolonga el verso en una discreta resonancia, muda si el lector así lo desea, o cauce irracional para su interpretación. Por ello, tanto la música como estos versos tratan