(1809-1849)
Poe deja este relato inconcluso como símbolo de la liberación del hombre frente a su destino y frente a sí mismo; el protagonista siente que desemboca en un misterio ante el que calla por impotencia. En esta imagen, la obra literaria encuentra la explicación a esa atracción que el mar ha ejercido siempre sobre el hombre.