ALEJANDRO PULIDO AZPÍROZ
La Primera Guerra Mundial supuso una profunda transformación política y social de todo el orbe, dando inicio al denominado breve siglo XX. La guerra modificó las relaciones entre países, aceleró el desarrollo de la sociedad de masas y afectó a las identidades nacionales, también en territorio neutral. Tal fue el caso del País Vasco y Navarra, que reflejó los patrones de la España restauracionista a la par que mostraba numerosas especificidades. Carlistas y nacionalistas vascos se implicaron en la disputa entre aliadófilos y germanófilos, al tiempo que numerosos ciudadanos participaban en la política exterior de Alfonso XIII o nutrían las redes de espías, propagandistas y desertores extranjeros que proliferaban por el territorio. Simultáneamente, el nacionalismo vasco pergeñó una petición de autonomía, inseparable del auge de las nacionalidades europeas, con las que contactó durante estos años. En otras palabras, la Primera Guerra Mundial supuso un hito en la historia del País Vasco y Navarra, unos neutrales en pie de guerra transformados por una contienda que cambió el mundo.