DE QUEVEDO, FRANCISCO
La primera edición de toda la obra en prosa de Francisco de Quevedo la llevó a cabo Aureliano Fernández-Guerra entre 1852 y 1859. Bastantestítulos de Quevedo se siguen citando por esa colección, a falta demejores y más actualizada versiones, aunque los criterios acdóticos de Fernández-Guerra resultan precarios desde el punto de vista de lacrítica textual contemporánea, ya que el primer quevedista no tuvooportunidad de manejar numerosas ediciones, manuscritos y documentosque se han ido descubriendo en el último siglo y medio. Intentaroncontinuar su labor Luis Astrana Marín y Felicidad Buendía. Aportaroninnovaciones que sería injusto desconocer, pero sus respectivasediciones son de limitada utilidad, al carecer de aparato erudito ynotas explicativas. En algunos aspectos, incluso, suponen un retroceso con relación al trabajo de Fernández-Guerra.Tal deficiencia sólo podía salvarse por medio de unas Obras completas. Estas deben presentar los escritos de Quevedo bajo un formatouniforme en lo que se refiere a ortografía, puntuación, manejo defuentes primarias, criterios de edición, anotación y acompañamiento de índ