SANTOS MARTINEZ, ALBERT M.
El juicio monitorio ha demostrado, sin duda, que es una fórmula de éxito. Ciertamente, desde que fuera instaurado con la entrada en vigor de la LEC, se ha convertido en un proceso recurrente que ha permitido dotar de mayor agilidad a la reclamación de deudas por parte de los acreedores. Por ello, no debe sorprender que, cualitativa y cuantitativamente, haya sido el proceso que mayor atención ha recibido por parte del legislador a través de la reforma operada por la Ley 13/2009, de 3 de noviembre, de reforma de la legislación procesal para la implantación de la nueva Oficina judicial, perfeccionando, si cabe, la propia estructura del juicio monitorio. Se analizan en la obra el objeto, ámbito de aplicación y presupuestos necesarios para la procedencia del juicio monitorio; así como aspectos procesales tales como la competencia territorial, legitimación activa y pasiva, postulación, costas e íter procedimental, con especial incidencia en la posición que puede adoptar el deudor ante la petición inicial del proceso monitorio. Esta nueva edición incorpora, además, las novedades introducidas por la Ley 13/2009 (Oficina Judicial); entre otras, reseñar las nuevas atribuciones concedidas al secretario judicial en la fase de admisión a trámite; la elevación de la cuantía máxima para reclamar por esta vía; el Decreto de archivo; etc.