PENALVA BUITRAGO, JOSE
Dice O. González de Cardedal en el prólogo de esta obra que «ser profesor es una bella "profesión" y ser educador es un sagrado "quehacer". También hoy; especialmente hoy. Este libro es rigurosa y crítica invitación a asumir con gozo tan bella profesión y a cumplir con garbo tan sagrado quehacer».
Sin embargo, el profesor es hoy en día -afirma J. Penalva- el elemento más débil del sistema educativo. Se encuentra en una posición de subordinación ante los alumnos, los padres, la organización escolar, la burocracia administrativa y la injerencia política. Esto implica, en primer lugar, que el profesorado ha sido despojado de la protección jurídica y del reconocimiento social, elementos imprescindibles para cualquier ejercicio profesional.
Es evidente que la situación de debilidad del profesorado tiene que ver -en segundo término- con su ejercicio profesional. Es el estatuto profesional del profesor el que se ha deteriorado, repercutiendo en la debilidad. Pero la tesis de la que parte este libro difiere de la interpretación habitual. Aquí se defiende que el aspecto básico del deterioro del papel del maestro en el proceso de enseñanza tiene que ver con el déficit antropológico y ético de la teoría de la enseñanza vigente en nuestro sistema educativo.