DE URBANO CASTRILLO EDUARDO -
Hace ya tiempo que está consolidada la idea de que los juicios se ganan o se pierden por las pruebas. Y en efecto, alegación y prueba, son los dos elementos clave con los que las partes procesales ejercen su derecho de defensa en relación a las pretensiones que se dilucidan en toda contienda judicial.
Y entre las cuestiones más importantes en materia de prueba, ha alcanzado un papel central, la determinación de la validez de la prueba, en cuanto su licitud supone el requisito previo para poder presentar pruebas de cargo lícitas. De ahí, que desde 1997, y a través ya de 5 Ediciones, los autores de esta obra, Magistrado y Fiscal que desempeñan sus funciones profesionales en el Tribunal Supremo, vengan aportando la jurisprudencia referida a tan esencial cuestión.
«La Prueba Ilícita Penal», constituye un catálogo actualizado de las soluciones jurisprudenciales a supuestos en que se han planteado posibles casos de ilicitud probatoria en el proceso, que cuando son admitidos, implican la nulidad de la prueba declarada ilícita y de las pruebas derivadas de la misma.
En esta nueva Edición, que incluye la doctrina de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, sobre más de 5.000 sentencias que tratan aspectos concretos sobre prueba ilícita, se han introducido diversas novedades que actualizan la obra.
Y así, se incluye un nuevo apartado sobre los criterios dominantes respecto a la desconexión de la antijuridicidad, se introduce una nueva modalidad de prueba, la testifical del diplomático, se incorporan las últimas novedades legislativas y jurisprudenciales sobre las pruebas de ADN y alcoholemia y, siguiendo la línea de las últimas ediciones, se avanza en la prueba electrónica, en esta ocasión, de la mano del sistema SITEL, con el que se vienen realizando cuestionadas intervenciones telefónicas.