MAXIM HUERTA
«Una vida no es suficiente para amar, lo sé. Pero por qué no aprovechar la que tengo en las manos. He cogido aire, le he mirado, me he agarrado segura a su mano derecha y cuando he sentido que me apretaba fuerte para hacerme sentir que él estaba allí, yo he sido ahora la que le he dicho:
Je taime».