MARIE VON THURN UND TAXIS
El poeta Rainer Maria Rilke y la princesa Marie von Thurn und Taxis se conocieron en diciembre de 1909. Un año después, en 1910, Rilke visitó por primera vez el castillo de Duino, en la costa adriática, donde la amabilidad y la confianza de su anfitriona crearon el clima adecuado para la gestación de sus famosas Elegías. Más tarde fue también su huésped en Venecia y en el palacio Lautschin, en Bohemia. Sea como fuere, el generoso mecenazgo y la protección de la princesa permitieron al poeta desarrollar su labor creativa en unas condiciones de las que pocos autores de su tiempo pudieron gozar. Y la amistad y la complicidad que se estableció entre Marie von Thurn und Taxis y Rilke permiten igualmente afirmar que este libro es un testimonio indispensable para el conocimiento de uno de los literatos fundamentales del siglo XX.