HERNÁNDEZ MATANZA, ELENA
Pura, junto a su hermana, lleva el cadáver de su marido al pueblo para que lo encuentren muerto allí. Había regresado a su vida después de muchos años ya que la abandonó cuando sus hijos eran muy pequeños.
Segundo, que así se llamaba el finado, había vuelto con ella para cuidarla y expiar al fin todo el daño que le hizo a la familia.