MÈLICH SANGRA, JOAN-CARLES
La muerte de Dios es el fin del Absoluto, pero no el final de la religión. Hay otra forma de vivir, otro modo de hacer frente a las preguntas fundamentales de la vida, a los interrogantes acerca del sentido de la existencia. Es lo que Joan-Carles Mèlich ha llamado, siguiendo a Milan Kundera, "la prosa".