MIHAESCU, GIB
A través de sus lecturas de los novelistas rusos, el teniente Ragaiac se ha forjado una imagen ideal de la mujer rusa, cuya búsqueda se convierte para él en una obsesión existencial. Trasladado con su compañía a un puesto de vigilancia fronteriza con la Rusia soviética a orillas del río Dniéster, tras la primera guerra mundial, Ragaiac vive una espera frenética de esa Rusa producto de su imaginación y a la que espera hallar entre la multitud de refugiados rusos que, clandestinamente, cruzan el río huyendo de la revolución bolchevique. Con estos mimbres construye Mihaescu el cesto de una novela psicológica vertebrada por las tribulaciones del personaje central de ver realizado un sueño que lo tortura, el ideal de mujer que crece en su interior, encarnado en una desconocida y, con seguridad, hermosa, lo que lleva a Ragaiac a oscilar, dominado por una obsesión erótica, entre el sueño y la realidad, que se plasma en dos mujeres, una real, Niculina, y otra quimérica, la Rusa, eje vertebral de la obra.
Novela introspectiva en la que el protagonista confiesa sus obsesiones eróticas y sus agitados estados de ánimo, se desarrolla en un ambiente lleno de peligros y misterio, en un lugar aislado y tenebroso por donde cruzan de forma clandestina no solamente pobres gentes que huyen temerosas del nuevo poder bolchevique, sino también espías, contrabandistas y aventureros. En tal marco, dominado por una atmósfera tensa y a veces delirante, dichas obsesiones aún resultan más intensas y alucinadas.
Durante los cuarenta y cinco años de régimen comunista la obra fue prohibida en Rumania, y sólo se dio a conocer en la última década del siglo xx.