FERNANDEZ ROCES,LUIS
«Hoy como ayer regresas al dolor / y tomas cuerpo en él. / Deja entreabierta el alma, sus puertas, por si llega / mañana la esperanza y quiere entrar.» El paso del tiempo y la desazón y el miedo existenciales constituyen las líneas constantes de la poesía de Luis Fernández Roces, sobre todo a partir de su segunda entrega, Letras de cambio.
El tono narrativo de los poemas largos que ha caracterizado su escritura poética, aún presente en una parte de este volumen, da paso a otro más meditativo y formalmente más condensado e intenso que indaga insistentemente sobre el sentido y el sinsentido del acontecer vital y la ansiada serenidad última: «Listas para sentencia las cuestiones / quiero hacer ya constar mis voluntades / y espero que se cumplan sanamente. / Resulta mi bagaje tan escaso, / tan pequeña la herencia que no cabe / en todas las palabras, sino en las nunca dichas».
Desde su juventud, con la obtención del Premio Ateneo de Valladolid por la novela Ven y arrójate al mar (1968), la trayectoria literaria de Luis Fernández Roces (Pumarabule, 1935) ha sido definida por su obra narrativa como autor de novelas como El buscador (Premio Novelas y Cuentos, 1977) y La borrachera (Premio Asturias, 1981), entre otras, y de dos magníficas colecciones de cuentos: De algún cuento a esta parte (1990) y Ageón (2001).
Entretanto, la escritura poética ha constituido una constante actividad paralela mantenida en el ámbito privado y dada a la luz pública tardíamente con la publicación de Viejos minerales (2006), Letras de cambio (2009) y Salas de espera, el poemario que ahora tiene el lector en sus manos.