GRIMAL,PIERRE
Examinar la obra de Séneca equivale a seguir paso a paso la historia moral de su tiempo. Vemos madurar en
ella un pensamiento que da nueva vida a las ideas de los filósofos griegos, tres o cuatro siglos atrás. Pero en Séneca
lo que había permanecido a menudo en un plano abstracto y teórico se vuelve vital. Y es que su obra, que integra los
textos y los actos, atestigua una toma de conciencia, la de los romanos. Embarcados en la conquista del mundo, muchos
de ellos descubrieron, como Séneca, que el dominio no sería completo salvo a condición de que ellos mismos consiguieran
adueñarse de su propia interioridad. Una conciencia que confluía, durante esos mismos años, con la formación del
cristianismo. Séneca es, pues, el testimonio de una época decisiva en la historia del alma humana.