VALLVEY, ÁNGELA
Divertida, tierna, sabia, amorosa... Esta es una novela «dulce» que, sin embargo, no perjudica a las arterias ni afecta a la báscula, sino que hace adelgazar, como los alimentos de verdad, buenos y sanos. ¡Para comérsela entre risas de la primera a la última página! Fiona es una joven, huérfana de madre, que tiene «problemas» con la comida, no solo porque ella es la encargada de llevarla a casa y abastecer a su padre enfermo, sino porque la sección de precocinados ha sido su único salvavidas ante su prematura responsabilidad. Fiona tiene imaginación, pero también es realista, por eso la devora el temor a que los Servicios Sociales descubran la incapacidad de su padre y los separen. La comida basura es su manera de olvidar. No sabe cocinar porque tampoco sabe comer. Pero Fiona sí sabe amar. O por lo menos lo intenta: ahí está Alberto, el chico del que lleva toda la vida enamorada, que acaba de volver a la ciudad. La pena es que ha empezado a salir con Lylla, la íntima «mejor enemiga» de Fiona. Toda su vida parece truncada hasta que su tutora del colegio, la señorita Aurora, se empeña en invitarla a comer y le presenta a su tía Mirna, una cocinera a la antigua usanza, bastante chiflada, que le enseña que el principal ingrediente para cocinar postres exquisitos no es el azúcar, sino el amor. Y de eso..., de eso Fiona tiene grandes reservas. Junto con Fuet, una perrita abandonada, y sus amigos Max y Carmen, Fiona descubrirá nuevas emociones mientras emprende una aventura entre cacerolas que cambiará su vida. Los lectores dicen...
«Es un libro que me ha encantado, sobre todo por lo bonito que hace la autora un tema tan duro. Adoro que en mitad de los párrafos me arranque una sonrisa con esas etiquetas que hacen que rías un minutillo... Esto hace que sea una novela única en su especie.»
Blog Las lecturas de Fransy