BRECHT, BERTOLT
Baal; Tambores en la noche (Comedia); En la jungla de las ciudades (La lucha entre dos hombres en la gigantesca ciudad de Chicago); Vida de Eduardo II de Inglaterra (Historia, según Marlowe); Un hombre es un hombre (La metamorfosis del descargador Galy Gay en los barracones militares de Kilkoa, el año mil novecientos veinticinco); El elefantito (Apéndice de Un hombre es un hombre); La ópera de cuatro cuartos (Según The Beggar?s Opera, de John Gay); Ascensión y caída de la ciudad de Mahagonny (Ópera); Vuelo sobre el océano (Pieza didáctica radiofónica para chicos y chicas); Pieza didáctica de Baden sobre el acuerdo; El consentidor y El disentidor (Según la obra de No japonesa «Taniko», en versión inglesa de Arthur Waley); La medida (Pieza didáctica); Santa Juana de los Mataderos
La excepción y la regla (Pieza didáctica); La madre (Vida de la revolucionaria Pelagueia Vlásova de Tver, según la novela de Máximo Gorki); Cabezas redondas y cabezas puntiagudas o Ricos con ricos se juntan (Cuento de terror); Los horacios y los curiacios (Pieza didáctica); Terror y miseria del Tercer Reich (24 escenas); Los fusiles de la señora Carrar (Sobre una idea de J. M. Synge); Vida de Galileo (Drama); Madre Coraje y sus hijos (Crónica de la Guerra de los Treinta Años)
El interrogatorio de Lúculo (Drama radiofónico); El alma buena de Sezuán (Parábola escénica); El señor Puntila y su criado Matti (Comedia popular); La evitable ascensión de Arturo Ui (Parábola escénica); Las visiones de Simone Machard (Parábola escénica)1; Schweyk en la segunda guerra mundial; El círculo de tiza caucasiano; Los días de la Comuna; Turandot o El congreso de los blanqueadores.
Piezas en un acto.
La boda de los pequeños burgueses; El mendigo o El perro muerto; Exorcismo; Lux in Tenebris
La redada; Dansen; ¿Qué cuesta el hierro?; Los siete pecados capitales de los; pequeñoburgueses (Ballet).
Apéndice.
La Biblia (Drama en un acto de Bertold Eugen); Canción del autor teatral; Notas.
Cuarenta años después de que Barthes vaticinara que «la obra de Brecht sería cada vez más importante», cabe preguntarse si tal profecía se ha cumplido sin matices. La aparición de un copioso volumen con su teatro completo quizá sea buen momento para averiguarlo.
Repasando sus treinta y tantas obras, advertimos algunas constantes de su teatro. Por ejemplo, el clásico " primum vivere, deinde philosophari " , que él tradujo en La ópera? como «primero comer, después moralizar», ya figuraba en " La Biblia " , una pieza breve escrita a los quince años, que aparece aquí por vez primera en español. Y han pervivido sin tambalearse secuencias y personajes inolvidables: esa eficacia teatral para transmitir el «terror» y la «miseria» en algunas escenas de " Terror y miseria? " ; el grito desgarrador de Shen Te que ya torturaba a Job: «¿Por qué la maldad tiene su premio y por qué aguardan a los buenos tan duras penas?»; o Azdak, el cínico juez de El círculo, que acaso podría ser un alter ego de Brecht.
En cambio ha envejecido mal el didactismo. Incluso cabría preguntarse qué ha quedado del famoso «distanciamiento». En " Dafne y ensueños " escribía Torrente Ballester: «No se me oculta que, a pesar de Bertolt Brecht, los lectores siguen haciendo suya la vida de los personajes y sintiendo lo que ellos sienten, por mucho que se les advierta que son solo ficciones?; figuras imaginarias de talante humano a las que el lector gusta acercarse como a personas reales, alegrarse o padecer con ellas y hacer juicios de valor», etc. También con las de Brecht.
Sin embargo, Brecht sigue siendo Brecht. A la solidez de los bastidores, que con frecuencia le preparaban sus colaboradoras, añadía esa indiscutible «marca» Brecht, que consistía esencialmente en la habilidad para la respuesta irónica o desvergonzada, la narración «épica», los poemas y canciones intercalados? La poesía.