PIRANDELLO LUIGI
Proclamaba Pirandello: ?Hay que dejar atrás la verdad concebida como un Dios y un trozo de vida que fotografiar. No existe verdad o falsedad; no existe virtud o error; no existe nada de objetivo, de inmutable y mucho menos de eterno; no existe una ley por encima de ella y tampoco en ella; no existe una realidad afectiva fuera de nosotros y tampoco en nosotros; nosotros mismos no somos como creemos ser, sino tan solo como de vez en cuando nos ?construimos? o como le parecemos a este, a aquel, a aquel otro; la vida, en fin, no es más que una fúnebre farsa en la que nosotros representamos, de una manera más o menos inconscientes, los personajes más diversos, como desventurados títeres en las manos de un destino ciego?.¿Qué aporta, entonces, Pirandello al teatro? No tanto las contrariedades de la vida y de la forma, de la realidad y de la ficción, de la razón y de la locura, sino, una búsqueda intelectual que carcoma los cimientos de la realidad de todos los días y cuestione el entendimiento de esa vida que generalmente se denomina normal. La siguiente afirmación de Jean Paul Sartre bien se podría aplicar al mismísimo Pirandello ya que su compromiso con la creación teatral fue siempre irrenunciable: ?En el teatro de Pirandello cada vez que un personaje está acosado por la pasión, habla todo el tiempo, porque la pasión se expresa por las palabras, por los razonamientos, por las indagaciones; un personaje que intenta ver lo más lúcidamente posible?.